1 de octubre de 2008

En contrucción





El futuro en construcción se paraliza cuando paran los mercados. ¿Qué enfermo ha inventado un sistema en el que la economía doméstica depende de las ganancias de los bancos? El día que caían las bolsas, la alarma fue tal que pensé que los supermercados se quedarían sin suministros, las calles sin alumbrado, las casas sin conexión a Internet… Pero no, la crisis era grúas paralizadas, despidos cercanos, recortes presupuestarios (habrá que ver en qué) y una excusa que sirve para cualquier cosa y que todos utilizamos. De momento, no sólo hay leche y carne en el supermercado, y conexión a Internet, sino que las calles del centro siguen llenas de gente que sale a comprar… Fue peor la huelga de camiones. Y la peor crisis, la de esta pereza que nos invade al volver de vacaciones. Pero habrá más pegatinas, prometido.

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