¡Felicidades, Ana! (de todo mejillón)

Mejillones del mundo, hoy tenemos que aparcar nuestro sarcasmo para hacer un sincero, sentido y humilde homenaje a alguien a quien queremos de verdad. Su nombre es Ana, y ¡hoy es su cumpleaños!

¿Por qué ella? ¿Será quizá su visión ecologista de la vida lo que nos ha cautivado recientemente? Sólo una maestra de la laca podía afirmar con tal rotundidad que el Planeta es producto al servicio del ser humano, además de un afortunado sufridor de los aerosoles de sus muchos botes de fijador de melenas. Por tu visión certeza, ¡gracias, Ana!

Valiente Ana, que es concejala de Medio Ambiente. No menos valiente de lo que fue al poner las cosas en su sitio. ¿Dónde se ha visto que uno pueda sumar peras y manzanas? ¿En qué país cristiano va a estar bien vista la sodomía o la tijera? Es como, por ejemplo, con los negros. Un blanco es una cosa y un negro otra cosa distinta. Y si se suman podrá ser otra cosa pero, joder, ¡no un matrimonio! Por tu clarividencia, ¡te queremos, Ana!




Pero, cuando hablamos de ella, siempre hay más. Estas navidades, Ana volvió a escribir cuentos, en su particular cruzada para devolver la Navidad a donde le corresponde, al terreno de la moral y la militancia antiabortista.


Porque Ana, como no podía ser de otro modo, es una defensora de la vida: “Me produce sonrojo pensar que aquí al lado hay un niño de siete meses en una trituradora”, dijo un día. ¡Y es normal! Por defender a los niños y no querer que los trituren, ¡te alabamos, oh, Ana!


Ana es tan firme en sus convicciones, tan gallarda, que, ante el caso de una niña nicaragüense violada que solicitó abortar, indica: “Es una cuestión tan difícil, que es realmente una situación límite. Es una de esas situaciones límite en las que la vida no te suele poner... Prefiero ni planteármelo”. Por tu capacidad de empatía y honestidad, ¡gracias, Ana!


Por todo ello, en este día tan especial, el de su cumpleaños, El Mejillón Suicida ha querido unirse al solemne homenaje que le ha dedicado su crew, AnaBotellaCrew , transmitiéndole las felicitaciones de algunos honorables amiguetes de su marido, también querido por nosotros -aunque no tanto- Josemari: entre ellos el Gran Berlusconi, que acaba de hacerle maestro en la Universidad de Pensamiento Libre o el magnate de la información Rupert Murdoch, que le nombró consejero de su agencia de noticias.


Ana: de todo mejillón, chorreando las vulvas y desaguando nuestros sifones, palmeando en nuestra colonia en el fondo de mar, estos vivalvos te desean un muuuuy feliz cumpleaños.